martes, marzo 30, 2010

A veces mi vida es una surrealista epifanía

Hasta hace unos días lo tenía todo y estaba escribiendo como nunca, pero no era yo. Y recordé lo que me dijo mi amigo el poeta Alberto Lauro:”Los escritores latinoamericanos cada cierto tiempo es como si estuviéramos empezando de cero otra vez". Pero ese no era mi caso. He aprendido a ver las “crisis” como un sentido de oportunidad para patear el tablero del fatalismo. Y tirarme otra vez con fe a la carretera.

Para retornar a la normalidad haré un breve recuento literario de estos meses.

Fui a la presentación del último poemario de la poeta Yolanda Castaño. Me sorprendió que al llegar a su lectura ella me hiciera una venia a lo lejos y cuando me acerque a saludarla, me reconociera por mi nombre.

Converse un momento con Luis García Montero, quedemos en charlar y hacerle una entrevista por Malasaña. El que me rehúye es Chus Visor, me imagino que no sabrá que decirme luego que publicara a Cesar Vallejo. Recuerdo que antes me dijo que no le gustaba. No tendrá argumentos para justificar ese cambio milagroso de opinión.

Estas semanas ha sido una revelación charlar con la escritora Eugenia Rico. Hace tiempo no conversaba con alguien con tanta pasión y profundidad sobre literatura. Eugenia me parece unas de las escritoras más originales en la actualidad y quizás el mejor exponente de su generación.

Sánchez Dragó me agarró de sorpresa con la publicación de la entrevista que le realice y que él muy gentilmente la reprodujo en su blog del diario El Mundo.

Fui a la presentación de Ledo Ivo en Casa de América. El gran poeta brasileño es un genio. Me lo presentaron sus editores. Me quedo con esa jovialidad que aún atraviesa su octogenario espíritu.

He participado en varios recitales de poesía por Madrid. Me ha sorprendido ver gente que me saludan en varios sitios literarios de esta ciudad y que no conozco. También he oído susurrar a mis espaldas con timidez: “Ese es Leo Zelada”. Chema Rubio dice que soy ya un mito. En varios de esos garitos me dedican poemas. Y yo les respondo, solo se dedican poemas a los muertos. Un amigo me dice: “y yo que pensaba organizarte un homenaje". Estoy harto que me digan que soy el último poeta maldito.

A principios de mayo- si todo sale bien- espero salga mi nuevo libro. Que es mi propuesta más radical y fresca.

Soy un poeta. Y mi vida es la literatura.

Quién desee estar conmigo tendrá que compartirme con la poesía. Por qué soy feliz cuando escribo.

Mi sueño siempre fue ser escritor y dedicarme a buscar la sabiduría. Y a pesar que hay momentos duros que paso en este país, pienso que estoy viviendo esa fantasía. Y ello me reconforta. Soy lo que siempre he querido ser.

A veces mi vida me parece una surrealista epifanía.

8 comentarios:

Vale dijo...

Quién desee estar conmigo tendrá que compartirme con la poesía. Por qué soy feliz cuando escribo.

Me encanta esta frase.
Muy bien, Leo.

Anónimo dijo...

Uno siempre es él mismo, es con el paso del tiempo y el análisis cuando uno piensa que debió ser de otro modo.
En cuanto a Yolanda, la belleza que la poeta se atribuye a sí misma (su imagen aparece insólitamente hasta en la portada del libro), los "problemas" que parece acarrearle dicha belleza unido al tema de la identidad, son los ejes temáticos principales de "Profundidad de campo".
"¿Usar una 36 y hacer literatura?, eso mismo pregunta ella en su poema "Perdón".
He leído el poemario y no me ha gustado, ella misma se desautoriza literariamente.
Sanchez Dragó tampoco me interesa como escritor. Arturo Pérez Reverte, otro que tal baila, al igual que Ángela Vallvey. Al final todos se venden al PP.
Eugenia Rico, me gusta y el motivo de su escritura.

Jose Zúñiga dijo...

Sí, sñero. Poeta. Así, tal cual.

Leo Zelada dijo...

Pues es verdad Vale.
Me alegro que te haya gustado esa reflexión. De mi última relación he aprendido a reafirmarme en mi singularidad de creador.
Un abrazo.

Leo Zelada dijo...

Grazie Jose.

Leo Zelada dijo...

Anónimo. Antes que nada deberias identificarte. Concuerdo contigo en la opinión sobre Peréz Reverte. Discrepo en cuanto a Yolanda Castaño, creo que ser guapa no es un defecto, si su poesía tiene algo que decir no interesa su aspecto fisico. Y Ángela Vallvey si es una escritora interesante.
Me alegro que coíncidamos en cuanto a Eugenia Rico.
Saludos.

Anónimo dijo...

Ser guapa nunca ha sido un defecto, ni yo he escrito eso por ningun lado. Ha habido y hay poetas infinitamente más guapas que Yolanda y nunca han explotado tan vacuamente su belleza.
El confesionalismo de Castaño no aporta nada original a la poesía sino que más bien camina hacia atrás, hacia un regodearse en el ego muy superado temáticamente.
Todo lo anterior importaría poco si ella hubiera logrado escribir un buen libro pero el poemario se cae continuamente. Casi no hay poesía en el libro y predomina la autocomplacencia, el tono victimista o engreído; la poesía realmente falla por ausencia.
Enhorabuena a Chus Visor que ha conseguido que "Profundidad de campo" tenga una subvención del Ministerio de Cultura, es decir que lo pagamos todos. Menos mal que ya publicó a César Vallejo. El marketing es lo que vende, desgraciadamente, y no la verdadera poesía.
No merece la pena argumentar ni polemizar sobre esta poeta. Y sobre los demás escritores mencionados tampoco, aunque habría mucho que decir y que analizar, pero para qué vamos a decir más verdades.

Leo Zelada dijo...

Anónimo no me molesta que digas tus verdades. Pero es facil criticar sin dar la cara. Yo digo y firmo lo que pienso.
No puedo terminar de respetar una opinión que se diga desde el anonimato, me parece un poco cobarde. Pero si dices tu identidad con mucho gusto puedes expresar libremente lo que piensas.