martes, enero 29, 2008

La flor y nata del 'media art' español, en Manhattan

IP - Poetry. 'Poesía IP'- Gustavo Romano


EFE
- Nueva York - 29/01/2008

Las principales obras del arte electrónico o media art español se exponen a partir de hoy y hasta el próximo 15 de marzo en la galería del Instituto Cervantes de Nueva York en una muestra titulada Sintopías. De la relación entre arte, ciencia y tecnología.

La muestra está organizada por el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC), y se dio a conocer el pasado mes de abril en Pekín, coincidiendo con el Año de España en China, para ofrecer una visión general de esta concepción artística.

El director del MEIAC, Antonio Franco, ha explicado que la exposición, que consta de tres partes, "está pensada para ser exhibida fuera de España, porque su objetivo es la divulgación de un aspecto de la creación artística española fuera de los sectores convencionales".

Telemática, redes y formas de narrar

La primera parte del proyecto es una selección de obras que pertenecen a la colección del museo, entre las que se encuentran vídeos y piezas de arte digital en soportes interactivos y telemátios.

La segunda es una base de datos, conocida como Net España, en la que se puede encontrar toda la información relativa al arte español desarrollado a partir de nuevos medios tecnológicos, como vídeos interactivos, animación digital o arte en Cd-Rom, que los visitantes podrán consultar gratuitamente.

El tercer componente es un trabajo titulado Palabras corrientes, que reúne las obras en soporte digital de seis artistas: Dora García, Ricardo Iglesias, Marisa González, Francisco Ruiz de Infante, Daniel García Andújar y un colectivo de artistas denominado MMMM....

Este proyecto se centra en el análisis de los cambios que se están produciendo en las actuales formas de comunicación y en las posibilidades que Internet otorga como medio para cartografiar el mundo real, codificarlo y descodificarlo para hacer reflexionar a la sociedad desde la creación artística. Con ello se busca convertir Internet en el soporte para una nueva forma de narrar, comunicar e interpretar nuestro entorno a través del arte electrónico y de las diferentes estrategias visuales de los creadores.

Uno de los artistas participantes, Daniel García Andújar, ha definido su obra personal, llamada e-paisaje.org, como "una herramenta de narrativa descriptiva que busca favorecer la accesibilidad a todos los paisajes posibles". Este objetivo se alcanza mediante la elaboración de una base de datos interactiva en la que se recrean y recopilan rutas literarias y localizaciones geográficas aparecidas en la extensa narrativa en castellano, que pueden compartirse con el resto de usuarios.

Posdata.-Esta noticia salió en el Diario El País el día de hoy lunes 29 de enero, pero la fuente es de EFE, New York.

jueves, enero 24, 2008

I Exposición Internacional Dolmen de Dalí

Foto de Pepa Díaz
Hoy martes 19 de febrero en Madrid, se ha inaugurado con éxito LA I Exposición Internacional Dolmen de Dalí, tanto en el prestigioso museo Casa de La Moneda, al mediodía, y en la noche, en el hotel Convención. Este magno evento ha tenido fuerte cobertura de prensa española e internacional. Ha salido un hermoso catalogo de más de 300 páginas, en donde se muestran las obras de artistas de todo el mundo que participan de esta muestra, así como artículos críticos y una antología poética alusiva al tema. Tengo el honor de participar en este catalogo de colección con un texto critico al Dolmen, y con una selección de mi poesía.
Les paso a compartir con ustedes fragmentos del informe del diario El País sobre la exposición:
"La I Exposición Internacional Dolmen de Dalí se celebrará a partir de hoy y hasta el 9 de marzo en un muestra que reúne 186 obras de 169 artistas, con pinturas, fotografías y esculturas con el monumento como motivo principal. Las piezas están realizadas con diferentes técnicas artísticas, entre ellas pintura, fotografía, escultura o talla.Además de la exposición, el amplio programa de este encuentro incluye debates, conciertos y cuenta cuentos, entre otros actos.La plaza se diseñó en 1986 y con ella, Dalí quiso hacer un regalo a Madrid en agradecimiento por el homenaje póstumo de la ciudad a su esposa Gala en 1985, con Tierno Galván como alcalde. Desde 2002, que se aprobaron las obras de reforma de la plaza, los vecinos del barrio de Goya abanderaron una lucha en defensa del conjunto monumental. Finalmente, en 2004, la reforma implicó la eliminación de los 14 rayos proyectados en el suelo, símbolo de los signos del antiguo Zodiaco.Ahora, con esta primera edición de la Exposición Internacional Dolmen de Dalí sus defensores tratan de reivindicar y promover el valor artístico del conjunto monumental entre los amantes del arte y de la cultura, y de los ciudadanos en general, y proyectar su imagen a nivel internacional.El comisario de la exposición, Joan Lluís Montané, describe apasionado los componentes del conjunto escultórico. "El pedestal está dedicado a Gala y simboliza la inspiración a través del amor. Al dolmen de granito, Dalí le otorgó un significado alegórico. En aquella época, al genio le quedaba poco tiempo de vida y con este monumento quiso representar una puerta hacia otra dimensión, a la que se estaba acercando". Por último, Montané explica que la figura dedicada a Isaac Newton "es un homenaje a las nuevas generaciones, a la modernidad, la mentalidad abierta y la apuesta por el conocimiento y la formación".

Notas para la presentación del libro La Senda Del Dragón de Leo Zelada por Enrique Gracia Trinidad

Furu ike ya
Kawazu tobikomu
Mizu no oto”

Disculpen ustedes. Como estamos ante un libro de poesía a la oriental, se le va a uno la pinza por el lado de Matsho Bashoo.
Ahora, ya en castellano: Hace ya un par de años que ayudé a presentar una novela de Leo Zelada. Aunque el libro me encantó, lo del título en inglés la verdad es que nunca se lo he perdonado. Sugerente sin duda, aquello de American Death of Life, no terminaba de parecerme oportuno —por estar en inglés, no por su contenido—. Yo siempre la llamé: La novela esa de Leo Zelada con la estatua de la libertad encima de un cementerio.
La novela era sin duda importante pero hoy me complace mas estar junto a un libro de poemas. Soy de los que prefieren, sin resquicio alguno y en contra de estadísticas y modas, la poesía a la novela.

Supongo que Zelada ha querido contar conmigo por la cantidad de circunstancias que nos unen en esto de aproximarnos a lo oriental.
Él, está claro que toca el pensamiento de aquella parte del mundo con sabiduría y delicadeza, como podrán ver en este libro. Por mi parte, recitales de poesía china antigua, colaboración con traductores de dicha poesía, tener varios texto vertidos a tal lengua y hasta colaborar con artistas calígrafos, me pone siempre de su lado; ahora, del de mi amigo Leo Zelada. Y, ya puestos, prefiero la cocina china —junto con la española— muy por encima de la francesa, he practicado a lo largo de mi vida, con más o menos intensidad, judo, taekwondo, tai- chí y hasta Tiro con arco zen; y adoro la ropa oriental; así que...
Le decía hace poco a Leo que él y yo debemos haber sido campesinos coreanos, mandatarios chinos, pescadores thai, piratas camboyanos o samuráis japoneses en otras vidas anteriores. Si no, no se entiende esta pasión nuestra.

Vamos al libro: Fíjense ustedes en él con detenimiento y sin prejuicios: Constituye una asimilación escueta, amorosa y bastante exacta del ambiente oriental. Y eso es cosa nada fácil. porque nos separan muchos kilómetros, muchos siglos de cultura diversa, idiomas absolutamente dispares y una forma de ver la vida inicialmente distinta.
Pues bien, no solamente ha captado Leo Zelada la cáscara de la poesía oriental sino el fruto entero, el color, el aroma, el jugo... la esencia misma.
Les aseguro que ese aire de “pequeño saltamontes” que los estereotipos occidentales suelen esgrimir es mas falso que el beso de Judas, y cuando uno se encuentra con un producto como este, que procede del esfuerzo y el deseo de una auténtica conexión, siente que se le alegran las pajarillas y piensa: ¡Menos mal! ¡Sí que hay alguien que no se conforma con los lugares comunes y busca algo más!
Porque ustedes se pueden encontrar mucho orientalista de pacotilla, mucho cretino que confunde los miles de años de la apabullante cultura china y su increíble poesía, con los rollitos de primavera; mucho descerebrado que porque ha comido shusi un día ya se cree con el derecho a escribir un haiku sin saber ni lo que tiene que hacer, mucho idiota que sigue metiendo en el mismo saco a todos los orientales y pensando que un japonés es un tipo detrás de una cámara de turista, que un chino es un señor que vende en una tienda barata, o que un coreano es un individuo como Bruce Lee o como Fu Manchú pero más bajito.

Leo Zelada no va por lo fácil; él se ha movido con exquisito cuidado entre las técnicas poéticas orientales. Con un fondo de pensamiento occidental (del que no puede ni debe salirse porque es el suyo propio) ha sabido realizar una brillante tarea de fusión (eso que está ahora tan de moda) en este libro.
La atmósfera es real, los vocablos adecuados, las conclusiones auténticas. Salvo algún occidentalismo —insisto en que evitarlos es innecesario y hasta poco conveniente porque sonaría a falso—, Zelada mueve los resortes de la antiquísima poesía china, madre de las otras dos, la coreana y la japonesa; y los mueve con la soltura de quien ha leído, ha buceado, se ha dejado arrastrar por la magia de un lenguaje que era sorprendente antes de que existiera nuestro propio idioma castellano, que era lírico cuando en occidente sólo existían los cantos épicos
Se ha dejado contagiar por unas expresiones que hace más de 2700 años ya resonaban en el Harén del Palacio de Wei. Creo que de lo poco que ha dejado de lado son los cantos “Ci” que tan gratos me resultan, pero era imposible jugar en todos los campos.

Si hubiera conocido esta “Senda del dragón”, el mismísimo Su Dongpo hubiera llamado a Leo camarada como hizo con el General Zhou de los Tres Reinos.
En estas pocas páginas, se sentirían cómodos Lao-Tse el misterioso. Liu Yong el libertino cantor de los prostíbulos, Tao Yuanming, el bohemio generoso, y hasta la mismísima poeta-prostituta de Hangzhou, la delicada Le Wan.
Con estos versos de Leo Zelada, se hubiera aliviado el destierro del poeta-emperador Li yu,
la gran poetisa Li Quingzhao hubiera conseguido vencer su tristeza; y hasta el insuperable Li po se hubiera quedado bebiendo con Leo en vez de emborracharse solo y arrojarse al agua para atrapar la luna.
Pero el que más hubiera congeniado con Leo Zelada, hubiera sido Wu Wenying, aquel adelantado del surrealismo en el siglo XIII (para que luego vengan los franceses a decir que lo inventaron ellos en el siglo XX). Wu Wenying estaría con Leo Zelada a partir un piñón porque los dos ejercen con indudable maestría ese suave surrealismo sensitivo propio de los grandes poetas.

No lean este libro, déjense empapar suavemente por él. Más que un libro es esa lluvia de otoño que gota a gota cae sobre el árbol de Wu-tong
Como sabemos por el poema de Lao-Tsé que nos habla del Tao: “Se abren puertas y ventanas en los muros de una casa, y es el vacío lo que permite habitarla.” Igual ocurre con este libro.
Habítenlo, vivan en sus pocas pero intensas páginas. ¿Cómo podría yo resumirles su impasible necesidad?

Carlos Edmundo de Ory: Habla un genio

Carlos Edmundo de Ory, autoexiliado en Francia, creador del Postismo y otras experiencias vanguardistas a lo largo de su vida. Ensayista, epigramista y traductor. Es para mí el más grande poeta español vivo.
Ory, no es de dar entrevistas, pero un amigo me comento de una que le realizo el periodista Miguel Mora, en el diario El País (31-10-2003). He quedado gratamente sorprendido por la sabiduría de su visión sobre la poesía.
Paso a postear la melodía de esta Flauta Prohibida.

Pregunta. Viene usted tan poco por aquí que se diría que es un exiliado. El último exiliado.
Respuesta. Bueno, los demás se han muerto, pero el ego no me gusta.
P. Así que está exiliado.
R. No, ni política ni poéticamente. Vivo fuera porque siempre viajé, me dieron becas de joven para ir a París, viví allí, me enteré de que Henry Miller dimitió por carta de su cargo en Correos y yo hice lo mismo en mi puesto de la Biblioteca Móvil. Ya no fui más. Viajé a Lima… Y luego me quedé quieto. Yo soy quietista, me gusta estar quieto.
P. ¿Y qué piensa de España?
R. Ahora abro el periódico y sólo veo Aznar, Zapatero y el Papa. Sólo me interesan Irak, Israel, los horrores. Pero tampoco veo que los poetas se ocupen mucho de eso. Sólo se escribe para triunfar. Y la España de Franco no me interesaba nada, censuraban los libros. En 1944, Camilo José Cela me censuró la novela Diario de un loco, que luego se tituló Mephiboseth en Onou. La llenó de tachones. Todavía tengo el original, algún día lo expondré.
P. ¿Tenía cosas de sexo?
R. Y de religión. Soy un escritor libre. Hice bien en irme. La leyenda de poeta maldito me hartó. Yo no soy un poeta maldito. Soy un poeta.
P. ¿Y cómo ve el país ahora?
R. Veo el mundo de la creación entregado a los premios, y eso no va conmigo, no lo entiendo. Yo no vivo de la literatura ni soy corporativista. Nunca hice vida literaria, aunque fui amigo de Chicharro hijo, un hombre maravilloso, no voy a encontrar otro igual. Y de Cirlot, y de Miguel Labordeta… A mí me benefició la conspiración de silencio, me quedé libre y solo, me alejé de la vida literaria y nunca moví un dedo para publicar nada mío. Por eso no me gustan las interviús, porque aumentan la fama.
P. Leyendo el libro se ve que es usted varios poetas a la vez.
R. Igual que un músico a veces pulsa el violín o la flauta, yo a veces toco el tambor y otras veces la flauta.
P. Música de lobo...
R. El poeta es eso, un lobo que aúlla con la cabeza alta el horror del mundo, mirando a la luna. Eso es maravilloso. Me fascina la naturaleza, pero ya no veo tigres, ni arañas, ni lobos en la poesía. Ya no hay naturaleza en la poesía.
P. ¿Sigue escribiendo?
R. No, nada, algunos aerolitos, frases pequeñas. El poeta sin ser poeta no es nada. Pero dibujo un poco.
P. ¿Recuerda algún aerolito?
R. (Coge el libro). Me gustan algunos. “La imaginación, esa esponja del infinito”. “Si te gusta ser llamado poeta desde joven, cuida de vivir poco. Toda una vida con un pequeño mote es ridículo”. “Oigo sirenas en la noche, luego existo”. “Estoy construido de sabor de sueño”. “La poesía es un vómito de piedras preciosas”. “Un poeta no puede contestar nunca a nada. Él es la esfinge, él hace preguntas”. “Sólo me comprenderá quien sea más loco que yo”. “Que me entierren vestido de payaso”. “La palabra poeta es una falta de ortografía de Dios”.
P. Dice su paisano Rancapino que el flamenco se canta con faltas de ortografía. ¿El cantaor es otro lobo que aúlla horrores?
R. Claro. Estoy completamente identificado con el flamenco. Y con el jazz. La música es mi vida.
P. Decía Claudio Rodríguez…
R. ¡Ahí hay naturaleza! ¡Claudio era buenísimo!
P. ¿Qué más poetas le gustan?
R. ¿Españoles? Arcadio Pardo, que vive en Francia, tiene casi mi edad y es buenísimo, aunque nadie lo conoce; Gamoneda, Sánchez Robayna, Ángel Crespo, Claudio Rodríguez…
P. Decía que el poeta es médium de una música que no es suya.
R. Nadie merece la poesía, no es un mérito, es una voz que viene. Por eso publicar da lo mismo, aunque escribes para encontrar seres humanos.
P. ¿Sabe algún poema de memoria?
R. Cuatro versos de Alfonsina Storni: “Muchedumbre de color, / millones de circuncisos, / casas de 50 pisos, / y dolor, dolor, dolor”. Eso es la poesía y el mundo: la gente que sufre. Y los poetas, ¿dónde están? No hay. Los poetas de ahora son creadores de poesía, y lo que llaman poesía es literatura. Pero la poesía no es literatura, es algo numinoso, que viene del numen, de un poder mágico. Es la verdad que pone la carne de gallina, es un golpe… Mi poesía no es mía, sólo estoy preparado para ella porque no gasto energía en otra cosa.
P. Siendo de Cádiz eso no tiene mérito. Lo digo porque el cantaor Ignacio Ezpeleta, cuando le presentaron a Lorca y éste le preguntó en qué trabajaba, dijo: “Soy de Cádiz”. ¿Usted es vago?
R. A mí hace poco me hicieron hijo adoptivo de Cádiz. Un político empezó que si Cádiz por aquí, que si Cádiz por allá, y yo le dije: “Pero si Cádiz es mío”. Vago no soy, pero la palabra ocio es muy importante para mí. No hay poesía sin silencio, la poesía viene del silencio y va al silencio, es una isla. A mí me dictan las sirenas, pero ser poeta es muy duro. Para hacer estas cosas que yo hago tengo que tener la mente vacía. Para escuchar la resonancia cósmica sólo puedes estar con amigos. Ni banderas, ni público, ni sermones, ni luna, ni países, ni cine para entretener, ni palabras cadavéricas…Aunque es verdad que el poeta vive en olor de poesía y eso no le impide comer churros o pescaíto frito.
P. A veces su poesía parece imperfecta, inacabada…
R. ¡Es perfecta desde el punto de vista de la poesía! Pero no es poéticamente correcta, es libre. Un poeta que corrige no hace poesía perfecta. ¡Si fuera imperfecta, no la escribiría!
P. A veces no es… redonda.
R. Es una voz de otro mundo, un fulgor. Neruda, a veces, es redondo. César Vallejo es perfecto. San Juan, mi preferido, y Dante son perfectos también. Pero la palabra no es ésa, la palabra de la poesía es… auténtica. Los que se llaman poetas son profesionales. Pero el poeta de verdad no es profesional, no corrige, vive sólo para ser un instrumento. Yo vivo iluminado, aunque esas cosas no debería decirlas. Hasta muerto estoy vivo, y cuando esté en el cementerio seguiré escribiendo.

Roberto Bolaño : El rostro del lector



Hoy en día se habla mucho de Bolaño. Sin embargo en este respuesta de Bolaño se nota su distancia de la literatura escrita para una elite y su gran apuesta por el lector, a quien ve como un cómplice, un compañero, un ser cercano a él. Va este video dedicado a todos los que cotidianamente leen este blog.

Humberto Ak'abal



Humberto Ak'abal es uno de los más grandes poetas latinoamericanos vivos. Comparto con ustedes esta lectura poética bilingüe en Maya y Español. Este aedo tiene algo que han perdido los poetas de hoy: magia.

miércoles, enero 16, 2008

Sale el último número de la revista el Mono-Grafico de la Asociación de Escritores y Críticos Literarios de Valencia

A fines de diciembre del 2007, salió la revista impresa El Mono- Grafico, que es una elegante publicación de la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos literarios. Esta revista es una de las más prestigiosas de España, sale editada una vez al año y es auspiciada por la Consejería de Cultura de la Generalitat de Valencia.

El número está dedicado a las poetas valencianas, con una cobertura de la presentación de la antología “Ventanas”. Hay textos poéticos de Isabel Alamar, Gloria de Frutos, Elena Torres, Lola Andrés, Daria Rolland, Aurora Luna, Carmen Sáez, entre otras. Sin embargo aparte de la creación literaria, su sección más conocida es la de crítica de las publicaciones y traducciones más valiosas del circuito español. Hay reseñas interesantes, como la hecha por Juan María Calles, titulada Esta Rosa de Rilke, sobre una traducción de este genio poético. Notas a la Poesía Visual Española, de Alfonso López Gradoli. Mujeres de Palabra de Virginia Woolf a Nadine Gordimer, de María Garcia-Lliberos. El Muro Del Silencio, Antología de Poesía Rumana Contemporánea, de María Ángeles Chavarría. Reivindicación de un gran poeta, sobre el poeta Vicente Gaos, de José Vicente Peiró. Cinco años de teatro bajo la mirada de un poeta, que trata sobre los artículos de crítica teatral escritos por Jaime Siles en el diario ABC, texto de Carlos Ferrer . Así como la critica Jaime Rosa o la Poética del Edén , de Leo Zelada.

Espero que puedan disfrutar del último número del Mono-Grafico.

Letanía a Juan Ramirez Ruiz y Ángel González

Ángel González

Juan Ramirez Ruiz

Conocí a Ángel Gonzales en la feria del libro de Madrid del 2007. Allí me sorprendió verlo Taciturno, callado. Me acerque a él y la dije la profundad admiración que tenían varias amistades mías sobre su obra. El me atendió con amabilidad, me hablo de su gusto por la poesía latinoamericana. Sin embargo un halito de acritud percibía en su silueta. Seguimos hablando de poesía, aprovechando la escasa gente en la tarde hasta caer el crepúsculo. Era un poeta sin duda. Nos despedimos con el compromiso de seguir dialogando. Luego supe que tenía una enfermedad grave. Ahora me entero de su muerte. Ayer en una tertulia que participe se leyó un poema de Ángel Gonzales y hubo un respetuoso silencio. Es el mejor homenaje que se le puede hacer a un poeta.

A Juan Ramírez Ruiz -fundador y líder de Hora Zero- lo veía con frecuencia en el Bar El Queirolo, siempre con el ceño fruncido que rápidamente podía explotar en una contagiante sonrisa. Juan, era el único poeta de Hora Zero que frecuentaba el centro de Lima y los parroquianos del Jirón Quillca, bastión de la contracultura limeña, lo respetaban porque era uno de los suyos. Un hombre de barrio. La última vez que hable con Ramírez Ruiz, me dijo que esperaba en el futuro que se le recordara como aquel que pudo llegar con su poesía al ciudadano de a pie. Hoy le hacen muchos homenajes, pero me queda el sabor agrio de saber que en su momento, ni el estado peruano, ni el circuito literario limeño, ni sus amigos de generación estuvieron a su lado, en su larga y agónica, guerra personal contra la muerte.

Vaya esta letanía para estos dos grandes poetas.

jueves, enero 10, 2008

Inicio del año con Babab, Hartz y Es Hora De Embriagarse

La vida de un artista consiste, a veces, en tratar de mantener el equilibrio sobre un acechante agujero negro. Hace unos días, tomando unas cervezas con un amigo, el día de mi cumpleaños, le pregunte ¿quién crees que soy? Y él me dijo: “Un poeta”. ¿Y qué es la poesía? Y él me respondió “Un dialogo con el silencio”.

Acabo de cumplir 38 años. No sé qué decir al respecto. En momentos y fechas en que las digresiones existenciales pueden ser fatales, ver cómo el trabajo literario de uno, cada día, se va consolidando, reconforta.

Dirigida por el escritor y crítico literario Luis Miguel Madrid, Babab es una de las más prestigiosas revistas culturales, en España. Acaba de salir su edición de invierno, en la que vienen textos interesantes, como una entrevista no autorizada a José Emilio Pacheco, hecha por la poeta mexicana Guadalupe Elizalde. Una esclarecedora crítica, titulada “El pasado que nunca se acaba”; Las Benévolas, de Jonathan Littell, escrita por el periodista colombiano Germán Castro. También destaca un artículo sobre Cioran, del catedrático y escritor español Andreu Navarra y una crítica de cine, de Eva Contreras, con el título: “ Bigas Luna: `Soy un hombre digital’ ”. Así como creaciones de los escritores Jaime López, Nacho Toro o Leo Zelada entre otros. Los invito a sumergirse en el universo cultural de Babab:

http://www.babab.com/no32/index.php

Hartz es, también, una rigurosa revista trimestral de poesía, dirigida por el poeta y traductor español René Letona. En esta publicación han colaborado muchas de las más importantes voces poéticas actuales. Este número cuenta con la colaboración de los destacados poetas españoles, Alejandro Duque Amusco, Aurelio González Ovies, la poeta portuguesa Adília Lópes, el poeta sirio Mohamed Al-Maghout y un servidor, con un poema inédito. Hay textos reflexivos valiosos como el de Oscar Wilde como crítico e Incidencias del yo contemporáneo. Pueden entrar a Hartz en este enlace:

http://hartz.webcindario.com/indice.html

La revista Es hora de embriagarse es una valiosa revista poética, dirigida por el poeta José Naveiras; que expresa lo más fresco de la joven poesía española y latinoamericana. Acaba de salir su número primero. Tras la buena recepción de su número 0. La versión impresa saldrá para el mes de enero; pero en este link pueden leer y descargar la versión en internet:

http://www.es-hora-de-embriagarse.net/

Estas tres revistas madrileñas, son de lo más interesantes y renovadoras, dentro del universo literario y cultural español. Les agradezco la publicación de mis escritos y recomiendo a los lectores de mi blog su lectura.

Poesía Peruana Contenporánea: Neón, historia del último grupo literario de vanguardia


Recuerdo que ese invierno le dije a Carlos Oliva: “Vamos a formar un grupo de poetas, que sea el más parricida y maldito de la poesía”. Y él me dijo: “Está bien, hagámoslo”.

Fue a mediados del año 1990, cuando fundamos con Carlos Oliva el grupo Neón. Nuestro primer recital lo dimos en la Universidad Villareal. Aún no teníamos un nombre y en ese momento a Carlos se le ocurrió: ”Nos llamaremos Neón: porque somos la luz en la oscuridad, Rubén”. Esas fueron sus palabras textuales. Así empezó todo.

El primer recital lo hicimos en diciembre de ese mismo año, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y fue un éxito. A partir de ese momento organizaríamos una serie de encuentros de poesía con rock, instalaciones pictóricas, teatro de agresión, performance que buscaban acabar con la pasividad del receptor. El más célebre de esos ciclos se llamo “Poesía con Cólera”. Allí participaron todas las universidades públicas y privadas de Lima.

Entonces ya se habían incorporado los demás integrantes de la segunda etapa del grupo como Juan Vega, Miguel Ildelfonso, Héctor Ñaupari, Paolo de Lima, Mesías Evangelista, Roberto Salazar. Estos recitales de arte total tenían como eje central la poesía. Fueron un fenómeno social en los primeros años de la década de los 90s del siglo pasado. Era seguido por las secciones culturales y de juventud de la prensa capitalina.

Recuperábamos la poesía urbana, y una vuelta a la orilla lírica, la cultura híbrida peruana. Lo underground en un mar de colores pasteles. En aquella época yo vestía todo de negro, con botas militares, cadenas y una cinta roja en el brazo como si fuera un Punk-Dark.

Carlos era mi mejor amigo. Juntos boicoteábamos todos los recitales de poesía que se nos ponían en frente y si había alguna pelea en honor de la nueva poesía que representábamos, pues nos agarrábamos a golpes con nuestros ocasiones enemigos de la noche.

Muchos de estos actos acababan en lecturas de poemas en las plazas públicas, entre un mar de botellas rotas que se estrellaban en la noche. Eso de torear carros lo inventé yo, como una especie de rito de iniciación para los nuevos miembros de Neón. Mas luego se convirtió en una costumbre que teníamos algunos neones cuando estábamos muy ebrios y pasados. Éramos los duros de la poesía.

En alguna entrevista al diario El Comercio, en 1993, dije lo siguiente sobre esa época: “Cuando salimos éramos autodestructivos, vivíamos en un estado perpetuo de ebriedad y alucinación. No tanto como evasión sino como una manera de experimentar visiones. Nos peleábamos con todos, y tuvimos que ser escandalosos para ser escuchados. Pero lo que fue una forma de liberación luego se convirtió en perdición. Fue un experimento raro pero necesario, pues todos veníamos de familias desintegradas, por lo que la pandilla fue nuestro hogar. Nos mostramos al mundo como éramos, sin reprimirnos".

Mi profesor de literatura en la Universidad, Antonio Gálvez Roncero, me expresó que era la primera vez que por adelantar un fragmento de un libro, había surgido tanto alboroto en la prensa, a favor y en contra. Eso pasó con Delirium Tremens mi primer texto publicado, más no mi primer poemario. El libro, en su versión completa, fue editado en 1997. Ya tenía encima la fama de poeta maldito y fue imposible, desde ese momento, separar mi obra de mi persona. En esos años andaba loco, todos los días tomaba alcohol en los lugares más sórdidos de la ciudad, junto con Carlo ibamos totalmente puestos de cocaína. En esos estados alterados del espíritu, daba recitales, mandaba a la mierda al público en los lugares más solemnes y académicos, o leía acompañado con guitarristas de Rock. Empezaba a leer con entonación pausada, para terminar vociferando como un vocalista de Hard Core.

Uno de los múltiples actos, el que queda más en el recuerdo, fue aquella vez que entre con decenas de punks y destrozamos el Centro Cultural Magia, bastión entonces de la cultura decadente peruana. También fue conocida la polémica que tuvimos con Mirko Lauer, al cual le quite el micro, ante la negativa de este grandilocuente personaje de aceptar la importancia de nuestros textos. O las polémicas públicas con Antonio Cisneros, con el que hicimos las paces en medio de una borrachera, a la que tuvo el honor de invitar. Con Oliva, solo reconocíamos como gran poeta de nuestra patria a Cesar Vallejo y los demás nos parecían fantoches. Y detestabamos a Becquer, Mistral, Benedetti. Aunque con el tiempo reconocimos la importancia de Cisneros y Enrique Verastegui.

Carlos y yo éramos los más radicales del grupo, el resto de miembros siempre nos acompañaban en algunas acciones, pero casi nunca intervenían. Los demás de integrantes no compartían nuestro extremismo poético. Yo de niño fui miembro de una pandilla en el puerto de El Callao y Carlos también fue un guerrero de la calle, pero en el distrito del Rímac. Así que, esto de ir contra el orden establecido, las instituciones y saltarnos las leyes era parte de nuestro día a día. El resto eran chicos rebeldes en época universitaria, o jóvenes de clase media que ingresaron al grupo, porque estaba de moda.

En ese contexto no me sorprendió por ello que Beto Ortiz, conocido entrevistador de la televisión peruana, haya escrito en un prologo que realizó al poeta Lizardo Cruzado, que había pertenecido al grupo Neón. Lo cual es falso. Siempre fue su sueño, pero nunca ocurrió. O que dizque críticos literarios como Marcel Velásquez, hayan pedido de rodillas su ingreso a nuestra cofradía, sin ningún resultado. Sí estuvieron brevemente escritores, y ahora catedráticos universitarios, como Carlos García Miranda, Selenko Vega, Miguel Maguiño o Iván Segura. Toda esta facción academicista, fue expulsada cuando liderados por Carlitos García pretendieron hacerme un golpe de estado literario en la conducción del grupo. En esos años se discutía con gente con la cual se discrepaba pero que al menos eran inteligentes. Ahora uno discute en blogs, con una joven promesa de 40 años, o con un ignorante aprendiz de crítico, como es el gago Thays o el enano Faverón . Dos tristes mediocres eunucos.

Lo más interesante que ingreso a Neón fue “Virgen Sideral”, integrado por Nagel y Paul Saavedra, ellos trajeron propuestas de ciencia ficción, cómic, o mezclas de psicodelia experimental y música aleatoria con poesía.

Pasando a temas más serios, e ingresando a los momentos de tensión, quizás lo más peligroso, fue cuando sufrimos una infiltración de simpatizantes del grupo terrorista Sendero Luminoso. Al cual combatíamos Carlos y yo en la universidad. Fue en un recital que organizamos en el auditorio 1 A de la Facultad de letras de San Marcos. El evento se convirtió en un “lleno total”. Mas no habíamos caído en la cuenta de que ese día era el aniversario del grupo senderista. Entonces empezamos a oír las acostumbradas peleas entre estudiantes y miembros de la policía, a las afueras de la ciudad universitaria. Pero esta vez, fue diferente. No solo detuvieron a cientos de estudiantes, sino que los terroristas iban facultad por facultad haciendo barricadas, y respondiendo con armas de fuego a la represión.

De repente empezaron a tirar las primeras bombas, justo al lado de nuestro acto. Fue en ese momento en el que tomé la determinación de no acabar con nuestro encuentro cultural, y exhorté al público para que se mantuviera firme y no se movieran de sus sitios. Había que vencer al miedo. Una a una fueron sonando las bombas al costado. Llegando, - las conté-, a haber diecisiete detonaciones, aquella mañana. Pero nadie se movió del auditorio. Ese fue nuestro logro. Como había algunos periodistas que venían a cubrir nuestra actividad artística, la policía no se metió con nosotros. Eso lo aprovechó un miembro silencioso de nuestro grupo, para dar sorpresivamente vivas a la lucha armada, ante nuestra sorpresa. Lo que se convirtió en motivo suficiente para expulsar a ese poeta de Neón personalmente. Aquel día declaramos la guerra abierta y frontal a Sendero, junto a Carlos Oliva. Por eso mi indignación por la pérfida labor de Paolo de Lima. La de mancillar la memoria de Oliva y de Neón sutilmente, contextualizando los 90s con un análisis, que pretende suavizar las brutalidades de aquella agrupación del terror, con la cual parecía simpatizar.

En 1993 realice un viaje con mochila al hombro desde Perú hasta Los Ángeles, Estados Unidos. Atravesé 13 países, crucé la selva amazónica, El Darién, los Andes y Centroamérica, ingresando a la tierra del tío Sam por Tijuana. Ese viaje cambio mi vida.Cuando ya no creía en nada, en cada pueblo que llegaba siempre encontraba a una persona sencilla, de campo, dispuesta a darme posada y hospitalidad sin conocerme. Esto me devolvió la esperanza en la bondad de la gente. No todo estaba perdido en el mundo. Por ello, y por algunas experiencias extraordinarias que pasé en mi travesía, abandoné mi nihilismo y ese tipo de bohemia. Sólo, con una pequeña mochila y mi diario de viaje me dediqué, en esta aventura, a viajar pueblo por pueblo de América y conocer sus costumbres y tradiciones.

Durante mi ausencia de 4 años en el exterior, me enteré de la muerte de Carlos en 1994, y de Juan Vega en 1996. Cuando retorné a mi patria, me di cuenta que Perú había cambiado. El circuito literario estaba muerto. Había un cierto orden pero escasa rebeldía. Me topé con la enorme sorpresa que Paolo de Lima, Selenko Vega, y hasta el serio crítico literario Ricardo Gonzáles Vigil habían tergiversado la historia del grupo, negando mi condición de fundador y líder del grupo Neón junto a Carlos, a pesar que era voz populi a principio de años 90s que era el que comandaba el grupo. Solo Oliva fundó conmigo el Neón, el resto llegaron después. Sentía que los homenajes que se le habían realizado a Carlos Oliva y Vega eran fruto del oportunismo. La realidad es que ninguno de los supuestos amigos de Oliva y Vega, estuvieron al lado de ambos, en los momentos previos a su muerte. Sabían que Carlos estaba mal por su adicción a las drogas, lo que provocó su muerte violenta. Se tiró contra un coche, en un estado de exaltación. O el caso de Vega, cuyo enorme problema político, motivó su misterioso asesinato. Hubo silencio y eso no lo puedo olvidar. Por ello, es además importante reconocer también el legado poético de Eli Martín, otro poeta miembro importante de Neón, que falleció de Sida, a finales de la década de los 90s y del Jose Gallino, otro integrante de Neon que tenía el mejor registro en vídeo de los inicios de nuestro grupo.

Cuando regresé, en 1997, refundé el Grupo. Esta vez con una motivación más política, interviniendo activamente en las protestas estudiantiles contra la dictadura, por ejemplo ingresando sin autorización en la Plaza San Martín o en la Plaza Mayor, para organizar mítines contra Fujimori. En aquel año, casi la totalidad de la intelectualidad peruana no protestó contra el Gobierno. Aunque sí había tímidos apoyos, lo que predominaba era el miedo. En 1999, cuando ya se veía caer el régimen autoritario, muchos oportunitas se volcaron a la oposición. Luego sacaron beneficios individuales, que es lo clásico en la cultura oficial peruana.

Sin embargo, no todo fue política. Sino más bien tratar de romper con nuestro propio paradigma de “malditos”, para explorar otros tipos de poéticas como la vanguardista conceptual, representada por José Calderón, Percy Ramírez, o el camino de las poéticas místicas, míticas en Luis Espejo o Gerson Paredes. Así como la neobarroca, en el caso de Harold Alva. Esta segunda etapa tuvo un énfasis estético. Buscar una propuesta intercultural híbrida, bajo el lema "Pasar de la Generación X a la nueva civilización planetaria". A su vez, se logró el sueño de devolver al espacio público la poesía. Para organizar, exitosamente, festivales culturales masivos, con la asistencia de miles de personas, que luchábamos por el restablecimiento de la democracia en Perú.

En una entrevista, que me hicieron en el año de 1992, para una revista de la Universidad Católica lo dije. “Neón pertenece a las calles de la ciudad, no a un solo lugar. Nos hemos reunido en la Plaza Francia, en la Avenida Tacna; en cualquier lugar donde nos agarraba la noche. Un local siempre implica, por un lado gastar -cosa que por lo general no podemos-, y por otro cierta formalidad, una limitación para las ganas de expresarnos que teníamos. Hemos frecuentado casi todos los lugares en donde hay un bar, pero preferíamos los lugares abiertos. Quiero referirme a la cuestión familiar que se ha mencionado antes: Neón para muchos de nosotros fue una familia. Nos acogíamos, apoyábamos y contábamos frustraciones, o alegrías. Nos aceptábamos como éramos, sin distinguir opciones sexuales ni políticas. Alguna gente nos llamaba marginales. Sin embargo ahora, hay un auge de la poesía `maldita´ y rebelde. A Neón le achacaron también esa denominación de marginalidad. Ahora es una moda llamarse marginal, hay gente que vive de eso. Nosotros, además, renegamos de una serie de convenciones, estábamos al margen. Rechazamos cosas, las cuestionamos, discutimos para saber mejor quiénes éramos y qué hacíamos, nunca para golpear. Los cuestionamientos tienen el fin de llegar a algo, de encontrar salidas. Si no cuestionáramos nada no estaríamos vivos. Éramos escépticos ante el discurso político, ante el poder oficial, ante las racionalidades formales, pero no ante la vida”. Con esta imagen de Neón me quiero quedar.

Ningún ensayo o trabajo reflexivo que se ha publicado hasta ahora, ha dicho lo que realmente fueron los años 90s. Ni el parcializado estudio de Luis Fernando Chueca, con la literatura más light, ni las declaraciones peyorativas de gente inepta para la poesía, como el caso del crítico literario Miguel Ángel Huamán.

Así, después de 18 años he escrito esta crónica. Para decir la verdad de nuestra experiencia. Para nosotros la poesía estuvo estrechamente vinculada a nuestras vivencias intensas y a una vocación auténtica. No buscábamos aplausos de aprobación. Tal vez por ello, fuimos los últimos románticos de la palabra.

Ahora, pasado el tiempo, ya no levanto banderas, como la generación poética de los 90s. Tampoco me interesa defender posturas nacionalistas o regionales. Si de algo me ha servido mi estadía en Europa, es para aprender la cultura desde una perspectivas más amplia. Lo cual no quiere decir que me olvide de mis raíces.

Con este escrito, espero haber acabado definitivamente con el tema de Neón. Pues hace años, ya pasé página a esta historia. Solo era mi deber hablar de estas cosas, por mi compromiso  con la poesía y la verdad de nuestra historia. En especial lo he escritor como reconocimiento a los 4 miembros de Neón fallecidos, que asumieron la poesía con la pasión y estremecimiento, que deben tener los verdaderos poetas y cuyo compromiso con el oficio fue más allá de la academia.

Con estas palabras, creo, al fin, haber cumplido con narrar la verdadera historia del grupo literario más radical de la poesía contemporánea: Neón.



Postdata.- En diciembre del 2000 se acordó la desaparición formal del grupo Neón, en una ceremonia pública de incineración poética de nuestros textos. En el año 2002 se publicó la antología poética del grupo Neón “Poemas sin límites de velocidad”.

miércoles, enero 02, 2008

James Brown & Pavarotti

Esta interpretación de dos genios de la música es mi regalo de reyes para ustedes.