viernes, noviembre 17, 2006

Templo de las manos cruzadas by Leo Zelada


Templo de las manos cruzadas

I
Frío, glacial, exactose comprimen en aros de papel mis nervios
cantata de oboes
apuntando al nefasto
orden del estío
sinfonía de fuego
anulando la esencia sacra de las cosas

II

y
deliro
y violentos dragones
serpientes-cactus
me lanzan sus llamas
por el sendero del halcón
que posa su rapiña incólume en mis ojos
góticas columnas
punzan la fobia intratable del suicidio
e ingreso al templo
me dirijo al retrato oscuro del niño
ya estoy harto
mi nombre es Belcebú —¡oh Jesús!
y derramo mi semen
sobre su hermosura

III

el temor ha cesado
la luna conduce ahora mi mente
y me he tornado en la iguana
que erige su goce en el delirio

jueves, noviembre 16, 2006

El Ermitaño de Huang- Ho By Leo Zelada



Érase una vez un hombre que vivía sólo en el bosque, le llamaban el Ermitaño de Huang-Ho, solitaria y ascética su existencia transcurría entre tenues amaneceres amarillos y oscuros crepúsculos violeta. El cazar extrañas y exóticas mariposas era el único placer del que gozaba en sus ratos sombríos de ocio.


Un día vio ante sí, la más hermosa y radiante aparición que sus apagados ojos jamás -hasta entonces- habían visto, era diabólicamente bella como un errante cometa vagando sin sentido en el cosmos, ambiguo eclipse irrumpiendo entre bloques intactos de fuego y, extendiendo rápidamente sus redes de plata sobre la arrebatada y tierna figura, la atrapó.


Más aquella no era una mariposa sino una mujer.


Pasaron varias lunas y a pesar que en las largas noches azules tocábale las más hermosas melodías de su caña de bambú y entregábale los más hermosos frutos extraídos de los más virginales árboles, ella se mostraba callada, pensativa, sumergida en sí misma y en sus torres de marfil.


Acongojado al ver la vanedad de su esfuerzo por querer alcanzar aquel pedazo de cielo, consumido por el hierro, acercó sus trémulas manos hacia ella y en aquel momento desvaneciéndose en el aire solo vio un intenso resplandor dorado y un replicar de alas sobre el viento.


Desde aquel momento, el ermitaño, "El Ermitaño de Huang-Ho", en cada mariposa que atrapaba creía poseer aquella mariposa que una vez partió.

miércoles, noviembre 15, 2006

Una-Bomber by Leo Zelada


Una-Bomber


Que hacer cuando la soledad te golpea con un gancho rotundo en el rostro
y la más lacerante soledad te consume
Cuando tus amigos románticos mueren torturados en una infame guerra y sus asesinos caminan impunes con fusil en la mano…
escribir poesía en esos momentos no basta y las palabras se vacían de significados
Que hacer cuando las metáforas son solo aves extrañas navegando distantes en el océano
cuando la vida se represente en una imagen de vértigo…donde el abismo te espera al cerrar los ojos
Cuando vez a un niño rebuscar entre la basura desperdicios para alimentarse y te hace recordar tu infancia dura y pobre en Chicago, donde la mayoría de tus compañeros acabaron acribillados por ser tratar de ser el macho, el duro, el mafioso del barrio
Que hacer cuando el mundo entero no significa nada…
cuando ya no crees en dios o la razón y todo te es tan insoportable que las nauseas te vienen incontenibles
Que hacer cuando la impunidad de los ricos se pasea como un mercedes del año frente a tu rostro
Y comprendes que la justicia no existe
Que hacer cuando no quieres escribir un teoremas matemáticos como poemas sugerentes y contenidos y toda esa mierda retórica aprendida en la academia de Harvard
Cuando te cansas de dar clases en la universidad de Berkeley, hablándole de matemáticas a unos completos ignorantes y tienes ganas de acribirllarlos
Que hacer cuando no deseas escuchar más melodías cursis, ni oír en los recitales de poesía-tu oculta afición- hablar de mierdas y cojones a jóvenes ricos que no sabe una puta mierda lo duro que es la vida
Que hacer cuando la bohemia y el alcohol no bastan para mitigar tu spleen y la angustia permanece intacta como un horrible gusano corroyendo inmisericorde tú estomago
Que hacer para sentir algo… para no morir en estas palabras que voy digitando en el ordenador…

Estoy en Montana...desesperado… …la cabeza me da vueltas… Me sumerjo en el abismo de una voz…una cólera inmensa me empieza a inundar el cuerpo… tengo ganas de golpear a la gente…percibo mi caída como un relámpago verde despuntando en el horizonte …me tiro de cabeza frente a la pared…soy un hombre peligroso en este momento…-he de contenerme para no hacer daño-…el cuerpo me tiembla…has iniciado inexorable y sin retorno el sendero del infierno…estoy en convulsiones…tiemblan mis músculos…mis ojos son fuego…he de destruir el mundo

¡Ted Kazinski, una bomber ahora soy!